Powered By Blogger

lunes, 30 de enero de 2012

Vocacional: De nostalgias y recuerdos, apostamos por el reencuentro


La mente recurre al pasado y se reencuentra con los años en el Pre- Vocacional de Ciencias Exactas Antonio Maceo cuando ya no éramos niños y todavía no éramos jóvenes; época en que los sueños se veían distantes, pero posible, tiempos del primer amor y de la ilusión por volverlo a ver, a escondidas.
Casi desde que me gradué en 2002 se me ocurrió convocar a todos los egresados de ese año a reencontrarnos en 2012, o sea, 10 años después de graduados. La idea ha gustado y se ha regado entre todos. Ya creamos un grupo en Facebook para reunir a los que estamos en el ciberespacio.
Nos graduamos 614 en la Unidad 2. Muchos no están en Cuba. Algunos viven con sus familias en países extranjeros y otros cumplen misión internacionalista. Están también los que regresaron a su pueblo y los que se quedaron en otras provincias del país.
En la tarea de lograr los nombres de todos, Maurice Cabrejas quien fuera en 12mo grado Presidente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) de la unidad, y yo fuimos hasta la vocacional en los primeros días de enero de este año.
Desde que enfocamos el camino que da a la escuela comenzamos a remembrar los lugares en los que hacíamos producción. Pasamos por una finca en la que por poco me dejan botada en un campo de habichuela, pues me había quedado dormida.
También ahí Ariagna Felipe, mi amiguita del aula, se hizo la desmayada para que nos llevaran para la escuela. ¡Qué holgazanas éramos!
Maurice y yo seguimos y fuimos directo para la Dirección General donde nos buscaron los registros de matrículas y mi gentil colega hizo fotos página por página. Luego vino el periplo al centro y con este la nostalgia.
Fuimos hasta lo que era el grupo 201. Le hicimos fotos a la plaza, al pasillo central, al aéreo. Vimos de lejos la piscina, en la que nunca nos bañamos. Coincidimos con algunos profesores que nos dieron clases. Recordamos algunas experiencias.
Tal vez olvide la Universidad, pero la Vocacional ocupa el espacio que no ocupa el adiós definitivo. Ojala y fructifique el reencuentro después de 10 años. Pensamos hacerlo en los días finales de la primera quincena de diciembre de este año o en los primeros de la segunda.
Entonces nos volveremos a ver. Muchos ya con hijos. La mayoría casados. Algunos más gordos, otros más delgados. Todos más adultos, con rostros de hombres y mujeres, no ya con aquellas caritas de niños inocentes. Solo me queda una duda: ¿Todos seremos más maduros?
¡Cuánta nostalgia cuando pienso en la beca! Los recuerdo a todos. He olvidado muchos nombres, pero no los rostros. Nos vemos.

jueves, 26 de enero de 2012

INTERNOS 2012: complicidad de los muros con la brocha y el color


¿Quién construye muros, recogerá escombros? ¿Los muros son siempre un obstáculo? Una pared levantada puede devenir obra de arte si se transforma en un mural citadino; entonces, la ciudad se vuelve diferente, se hace  más atractiva.
Por estos días a La Capital del Caribe la han embellecido con pinturas murales los más de 40 pintores y ceramistas de 13 países que se unieron a 30 artistas cubanos de la plástica, en el X Encuentro Internacional de Pintura Mural INTERNOS 2012.
Los muros son pintados con la idea de todos los participantes y la opinión de transeúntes y vecinos. Generalmente estas paredes son un reflejo de la vida y el quehacer de los alrededores. Algunos coterráneos, incluyendo niños, han tenido la oportunidad de dar un brochazo al azar en ediciones anteriores.
Este intercambio abre las puertas a los seguidores de una línea que tiene sus precedentes en los mosaicos bizantinos y cuya cumbre se alcanza en México con José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, notables exponentes de ese arte de marcada expresión política.
Santiago de Cuba no deja morir la pintura muralística. En los encuentros INTERNOS el arte sale de las galerías y de los talleres, forma parte de los espacios públicos, sirve de refrescador visual. Aquí el mural ha devenido retroalimentación entre pintores y pobladores, resultado de las funciones sociales y comunicativas de esta antigua arma de dominio popular.
Ya en la Ciudad Héroe se han pintado más de un centenar de murales. El primero se realizó en la Universidad de Oriente en 1992. Desde entonces el color y la brocha no dejan escapar los muros.
Uniendo ideas, atando colores, entrelazando elementos, los participantes a la Bienal INTERNOS 2012 son cómplices de la más auténtica y honorable manera de soñar que es la creación.

martes, 24 de enero de 2012

Feliz amanecer conquista buen día

Hoy es un día normal, de esos en que te levantas cuando ni siquiera ha sonado el despertador. Abrí los ojos, salí de la cama y me dispuse al aseo general.
La cafetera estaba en la cocina esperando a que la preparara y degustar del sabroso buchito de café matutino, única bebida que me tiene enviciada.
Sabía que debía abrigarme porque iría a trabajar a un local refrigerado. Tenía buenos presentimientos, no sé, puede que haya sido muy alta la autoestima.
Salí de la casa, no esperé el ascensor, sino bajé las escaleras. Llegué a la planta baja, los rayitos de sol me dieron la bienvenida. Por la calle Trocha subían y bajaban carros de todo tipo, mientras que muchas personas marchaban a su trabajo igual que yo.
Subí la loma, me sentía ágil, práctica. Llegué a donde iba a trabajar. La sonrisa de la recepcionista me recibió y un beso amigo me esperaba en el butacón del fondo; ahí fue cuando más contenta me puse.
Es un gran y buen amigo, de esos que no se encuentran al doblar de la esquina; de esos capaces de escuchar tus problemas y cooperar en su solución. Conversamos mucho de cuestiones medulares de nuestros trabajos que en momentos, tienen puntos coincidentes. Me aclaró muchas dudas y hoy tengo mejor preparación para escribir algunos materiales.
Gracias a las bondades de la amistad el ritmo de la vida se convierte en una alegría para vivir.
Hoy es un día normal, pero las palabras sabias de un amigo lo hicieron diferente. Desde que me levanté sabía que sería así.

Feliz amanecer conquista buen día

Hoy es un día normal, de esos en que te levantas cuando ni siquiera ha sonado el despertador. Abrí los ojos, salí de la cama y me dispuse al aseo general.
La cafetera estaba en la cocina esperando a que la preparara y degustar del sabroso buchito de café matutino, única bebida que me tiene enviciada.
Sabía que debía abrigarme porque iría a trabajar a un local refrigerado. Tenía buenos presentimientos, no sé, puede que haya sido muy alta la autoestima.
Salí de la casa, no esperé el ascensor, sino bajé las escaleras. Llegué a la planta baja, los rayitos de sol me dieron la bienvenida. Por la calle Trocha subían y bajaban carros de todo tipo, mientras que muchas personas marchaban a su trabajo igual que yo.
Subí la loma, me sentía ágil, práctica. Llegué a donde iba a trabajar. La sonrisa de la recepcionista me recibió y un beso amigo me esperaba en el butacón del fondo; ahí fue cuando más contenta me puse.
Es un gran y buen amigo, de esos que no se encuentran al doblar de la esquina; de esos capaces de escuchar tus problemas y cooperar en su solución. Conversamos mucho de cuestiones medulares de nuestros trabajos que en momentos, tienen puntos coincidentes. Me aclaró muchas dudas y hoy tengo mejor preparación para escribir algunos materiales.
Gracias a las bondades de la amistad el ritmo de la vida se convierte en una alegría para vivir.
Hoy es un día normal, pero las palabras sabias de un amigo lo hicieron diferente. Desde que me levanté sabía que sería así.

jueves, 5 de enero de 2012

Fin de año del otro lado de la ciudad


Se preguntarán por qué a cinco días de haber iniciado el 2012 es que escribo sobre el fin de año, pero es que la propia vorágine de trabajo a veces no nos permite redactar; mas nunca es tarde si la dicha llega.
Estaba deseosa porque llegaran los días próximos, pues tenía la certeza de que iría para casa de mi abuela materna, en el campo.
Allí solo viven ella y mi tío; fue allí donde me críe y di los primeros pasos. Fue en ese sitio  donde aprendí los colores y las vocales cuando aún no iba a la escuela. No tenía amiguitos, pues los vecinos más cercanos están aproximadamente a un kilómetro, pero mi abuela (mima) y mi abuelo (pipo) me enseñaron a compartir lo que tenía y a no ser egoísta.
Ese lugar me trae muchos recuerdos de mi infancia, creo que los más bonitos porque además, mima y pipo eran mi todo, o sea, esas personas que lo hacían todo por verme y saberme feliz.
Ya pipo no está físicamente, pero lo llevo en cada paso que doy. Y mima sigue con el mismo cariño y ternura de siempre. Ahora vive allá con ella mi tío Armandito para quien también soy una hija, entre las biológica y yo no hay diferencias.
Llegamos el día 30 en la mañana. Enseguida el almuerzo estuvo listo, con el rico sazón de mima, único. Ya estaban en la casa mi prima Naila y su novio. Conmigo llegaron mi madre, el esposo, mi sobri, una primita y mi esposo.
Se dispusieron a matar dos lechones mientras el horno se calentaba (un horno muy antiguo que desde que existo lo recuerdo). A lavar el sartén, hacer el aliño y poner manos a la obra. Ya comenzaba la fiesta.
Se pasaron toda la tarde en esos trajines y las mujeres en las faenas habituales de la casa. Por la noche llegó la hora de buscar los puercos asados. Se dispusieron Aldo (mi esposo), Diuver (novio de mi prima) y mi tío. Cuando regresaron, la cabeza de un cerdo no coincidía con el cuerpo colocado. ¿Saben lo que había pasado? Cuando lo iban a sacar se les cayeron.
Por supuesto que ellos se negaron en todo momento, pero finalmente terminaron aceptándolo. Esas son historias que quedan para contar y para reír.
El 31 lo pasamos juntos e igual de alegres. Cerca de las 12 de la noche comenzamos a llamar a mi hermano que no estaba junto a nosotros, peor ya no lográbamos la comunicación. Cuando marcó la en punto nos abrazamos todos y nos besamos.
Lo más triste fue cuando mi abuelita se puso a llorar y dijo que a lo mejor el próximo fin de año no estaba entre nosotros. También se le salieron las lágrimas y a mí se me hizo un nudo en la garganta, pero no podía aflojarme; alguien tenía que ser fuerte. Eso se le pasó rápido.
El 1· de Enero sacrificaron otro cerdo. Regresamos el día 2 a la ciudad.
Me faltaron mi hermano y mi padre para estar completamente en familia y feliz.