Ante la muerte la risa se vuelve escombros. Ante la
muerte la alegría pare3ce llegar al final, pero cuando se ha obrado bien, no se
dice adiós, tan solo se desaparece físicamente.
Julia Figueroa Dacal, estarás siempre entre quienes te
quisimos y te querremos.
Tus hijos, nietos, biznietos, sobrinos, familiares,
amigos y presentes te recordarán eternamente como la mima inmortal.
Hablar de ti es dejar sin elogios la vida porque todo
cuanto hiciste lo hiciste con amor.
No hablabas por no ofender. Hacías todo cuanto podías
por no dar órdenes, pues no te gustaba.
Te recordaremos siempre por el buen café, colada entre
las plantas, dando de comer a los animales. Estarás entre nosotros como el
canto del gallo en cada amanecer.
Hasta tu tumba volarán los tomeguines y las margaritas
se darán silvestres.
En el camposanto descansarás en paz y solo te pedimos:
Mima: desde donde quiera que estés vela y cuida de
nosotros. Danos fuerzas para seguir, ayúdanos a pasar las adversidades y
mantennos unidos.
Que en paz descanses.
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