A la entrada de la ciudad de Santiago de Cuba se yergue majestuoso el Complejo Cultural Heredia, una instalación que ya tiene dos décadas de creada y constituye espacio para importantes eventos culturales.
Por estos días sus áreas se matizan con la edición XXI de la Feria del Libro que tiene sede en esta ciudad y se extiende hasta el próximo domingo 4 de marzo.
Muchas escuelas han llevado a sus niños a la fiesta de la literatura, donde además de libros, pueden compartirse presentaciones de multimedias, espectáculos, foros, debates, conferencias, así como reconocimientos a prestigiosos escritores.
Los colores de los uniformes y la alegría de los alumnos dan vida al más grande de los eventos literarios que se realiza en el país.
Muchos padres llevan a sus hijos de las manos y les compran los libros de su predilección. Algunos escogen los de colorear; otros prefieren los de cuento o historia.
La magia del arte literario crea expectativas no solo en los infantes, sino en los asiduos lectores que esperan ansiosos este espacio para conquistar una nueva bibliografía.
La amplitud de edades conforma un panorama exclusivo, que además del entusiasmo, fomenta la cultura que patentizan los más de 400 000 ejemplares en unos 500 títulos, fundamentalmente de autores cubanos.
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