Madre:
Hoy
es un día más de los muchos que te pertenecen que son todos los del año.
Hoy
es un día en el que todo el amor del mundo es insuficiente para demostrarte mi
cariño.
Hoy
es ese día en el que se duplica mi pasión por ti.
Hoy
es el día tuyo y el de todas las que como tú se desdoblan por sus retoños.
Madre,
no existe fuerza en el mundo que supere un abrazo tuyo.
No
hay error que cometamos que no sepas perdonar.
No
existe abismo del que no nos puedas sacar, pues tus manos y tu aliento saben
cómo hacernos salir del vacío.
Madre,
no hay mejor consejo que el tuyo ni criterio que más me haga reflexionar.
Madre,
tanto te quiero que no existen las palabras con las que te lo pueda comunicar.
En
tanto, te regalo un simple, pero intenso y profundo:
¡FELICIDADES
MAMÁ!